Esta cirugía ha demostrado ampliamente contribuir a la pérdida de peso sustancial y mantenida de los pacientes, facilitando un cambio necesario en sus hábitos.
Sus principales indicaciones son: pacientes con Índice de Masa Corporal (IMC) > 40 kg/m2 o aquellos con >35 kg/m2 y enfermedades asociadas a la obesidad.
Para obtener buenos resultados, es imprescindible que el paciente sea valorado de forma individualizada por un equipo multidisciplinar (Ver Unidad de Obesidad). Además, es imprescindible seleccionar la técnica quirúrgica más adecuada a cada caso, ya que no todas las cirugías sirven igual para todos los pacientes.
La cirugía bariátrica bien indicada permite:
Eliminar >70% del exceso de peso corporal a largo plazo (> 10 años).
Aumentar la esperanza de vida.
Mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Prevenir, mejorar o incluso curar los problemas de salud asociados a la obesidad.
Esta cirugía soluciona en torno el 80% de los casos de diabetes mellitus tipo 2. Es especialmente útil en pacientes con mal control de la diabetes con tratamiento médico o en aquellos casos en los que la diabetes se asocia a otras patologías como la hipertensión arterial, los elevados valores de colesterol y triglicéridos o la apnea del sueño. Todas estas patologías son susceptibles de ser curadas, o mejorar sustancialmente gracias a la cirugía metabólica.